Es tan feo sentir que no servís para nada. Ver cómo todos confían en vos y vos los defraudás por tu propia estupidez. A eso se suma el tener que escuchar a tus padres con sus nuevos proyectos; parece tan fácil! Y mientras tanto vos seguís ahí, estancada en una materia tan tonta como lo es economía. Y ellos te dicen que ya fue, que no es la muerte de nadie y que finalmente te tranquilices. Pero vos seguís dándote maquina, pensando cómo pudiste equivocarte en aquello que sabías tanto, que estudiaste una semana entera. Y cómo esos cuarenta minutos se te fueron de las manos tan rápido y no pudiste asentar tus pensamientos. Y ahora estás angustiada esribiendo esto, escuchando a tus viejos teorizar sobre tu prueba, preparándote para lo peor, y a su vez, vanagloriándose de sus aciertos, sus oportunidades, haciéndote sentir el triple de miserable. Pero la autoexigencia te llegó en el momento equivocado, cuando las cartas ya estaban sobre la mesa. Ahora te resignás, y pensas simplemente que es el karma de ser hija de dos triunfadores; de dos luchadores. Tan diferentes a vos...
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Y me es indiferente aprobar o desaprobar. Me indigna haber cometido tantos tontos errores. Ya sea por mi poca capacidad de concentración como por la negligencia del profesor. Me frustra.
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Y me es indiferente aprobar o desaprobar. Me indigna haber cometido tantos tontos errores. Ya sea por mi poca capacidad de concentración como por la negligencia del profesor. Me frustra.
1 comentario:
Aviso que mi comment NO va a ser original: tranca, tía! Eso le pasa a cualquiera que es un poquito conciente cuando se lleva una materia o más. A mí me pasaron dos cosas muy contrastantes este año y el pasado (que hasta me lleve 5 =/) con respecto a llevarme materias: por un lado, pensaba: "nah, no debe ser tan difícil, todos pueden aprobar si se esfuerzan! y sino, mala suerte! seguís adelante y en marzo ya vas a saber mucho más en dónde no tenés que cometer un error"! pero por otra parte estaba requete-nerviosa, no paraba de decirme a mí misma que DEBIA aprobar porque quería quedarme libre para las vacas, y más importante aún... para demostrar que SOY CAPAZ y que puedo demostrarle al resto que sé y que me esforcé.
Pero no, la verdad que eso no me pasó en todas las pruebas que rendí en mi vida, y en muchas por eso hasta me las llevé a diciembre, y otras las terminé aprobando aunque me pasara eso, pero de puro pedo...
Lo peor de las dos cosas que sentí contradictorias, es que AMBAS son reales, es totalmente lógico ser capaz, pero también es totalmente lógico sentirte mal si sos inteligente o trabajador y no poder demostrarlo.
Y sí, rendir es algo feo, pero a la vez te va a servir para un futuro Camm :)! No te frustres, seguí adelante que vos también sos luchadora.
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