Stars are out tonight and you are the brightest one shining in my sky. ♥

Y hoy te toca a vos. Podría decirse, el único hombrecito de mi vida jaja. Llegaste de una manera de por si extraña y, para variar, no me animé a hablarte sino después de unos meses y un par de encuentros casuales en los que vos, con suerte, sabías que tenía el pelo violeta. Pero todo empezó a cambiar con el tiempo y empezamos a hablar más, después colgamos, y volvimos otra vez. Y desde ese momento no nos separamos. Lo cual compensó las lejanías. De la nada tenías a una pendeja insoportable al lado que no te dejaba nunca de molestar y te seguía como tu sombra. Pero la aceptaste igual y se convirtió en tu mejor amiga. Debo confesar que eso fue algo bastante bizarro porque realmente yo ya te consideraba mi mejor amigo, pero nunca te lo dije para que no dijeras lo mismo de mí por compromiso. Pero no, lo dijiste (o eso pareció) porque realmente lo sentías. Y lo creas o no, fue muy lindo poder llamarte mejor amigo, decirte te amo y que nos agarren esos ataques cursis que hace mucho que no nos dan. Bueno, si lo pensás, este es uno de esos ataques. Pero bueno, sigo. Sé que no te das cuenta de nada, de lo mucho en lo que te convertiste en mi vida, de lo mucho que la modificaste. Somos dos personas completamente distintas, pero mal no nos va. Y te lo digo de verdad, no quiero que te separes de mí de nuevo, porque me hacés feliz, Nahuel. Tu vocesita, tus bromas, tus canciones, ir a verte tocar, nuestros enojos, nuestros celos, nuestros abrazos (besos, mordidas y derivados ¬¬). Probablemente una de las cosas más lindas de todas, porque aunque no lo creas tus abrazos me ayudaron más de una vez, me hicieron sanar más rápido todo lo que alguna vez puede que haya ocultado. Y tus palabras. Tus palabras me influenciaron inmensamente. Me enseñaste a valorar lo que tengo mientras lo tengo. Y eso lo hago también con vos. Te valoro tanto, amigo. Valoro cada momento que tengo con vos, y aprovecho cada charla, aunque sea una de esas sin sentido que nos llevan a la nada misma. Valoro que me tomes en cuenta, que te acuerdes de mi de a ratos. Y me encanta haber llegado a donde llegué, me encanta sentir que soy importante para vos. Creo que no hay duda alguna de que siempre voy a estar para vos, para escucharte, aconsejarte (siempre con la cruel verdad que sabés bien me caracteriza), para darte unos abrazos (no sé si tan dulces como los tuyos, pero abrazos en fin), para sacarte una sonrisa cuando estés de mal humor, para todo lo que necesites voy a estar. Porque vos estás para mí, cuando estoy mal, cuando estoy bien, dispuesto a hacer cualquier idiotez que se me ocurra, dispuesto a escucharme por más aburridora que resulte. Por eso y por mil cosas más no te cambio por nada, Nahuel. Sos una de las cosas más lindas que me pasó en la vida. No importa cuántas veces te lo haya dicho, no me importa que te canses de escucharme decir lo mismo. Nunca dudes que te amo como a pocas personas y que, excepto que quieras que me vaya, nunca te voy a dejar.

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Te amo, mejor amigo.
Sos el más lindo de todos.
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